#6meses de Marruecos

NEWSLETTER. Victorias en el plano internacional con importantes avances sobre el Sáhara Occidental; protestas juveniles masivas desembocan en reformas y detenciones.

#6meses de Marruecos
Protestas de la #GenZ212 en Rabat a principios de octubre. Imagen de Mounir Neddi / Wikimedia
NEWSLETTER. El dosier del Sáhara Occidental dominó la actualidad este semestre, gracias al polémico nuevo acuerdo agrícola con la UE y a la resolución del Consejo de Seguridad ONU que da preeminencia a la propuesta marroquí de autonomía como base negociadora entre las partes. En el plano interno, las masivas movilizaciones de la GenZ 212 fueron respondidas simultáneamente con promesas de reformas y con una grave represión de las protestas, con miles de jóvenes detenidos o encarcelados.

Qué ha pasado.

En el plano exterior, la actualidad este semestre ha estado profundamente marcada por la evolución del dosier del Sáhara Occidental. Y aunque los avances no se han detenido a lo largo de estos seis meses, lo cierto es que las noticias más relevantes se condensaron de forma frenética en unos pocos días del mes de octubre.

A comienzos de mes, se producía la renovación del acuerdo comercial entre Marruecos y la UE, por el que los productos agrícolas marroquíes (incluyendo los del Sáhara Occidental) gozan de preferencias arancelarias al entrar en el mercado comunitario. Previamente anulado por sentencias del Tribunal de Justicia de la UE de 4 de octubre de 2024, ambas partes maniobraron de forma acelerada y discreta para suscribir un nuevo pacto, pretendiendo haber obtenido el 'consentimiento tácito' del pueblo saharaui a través de un simple incremento de la ayuda humanitaria a los campos de refugiados de Tinduf. Sin embargo, no está claro que ese mecanismo cumpla los requisitos descritos por el TJUE para reconocer el consentimiento saharaui -especialmente el de que la ventaja ofrecida sea "precisa, concreta, sustancial y verificable"-, razón por la que el acuerdo ha suscitado fuertes críticas en el Parlamento Europeo y podría ser judicialmente anulado en el futuro. Lo analizábamos en un extenso informe:

¿Nuevo Acuerdo Comercial con Marruecos? La Comisión Europea Invoca el “Consentimiento Tácito” del Pueblo Saharaui
INFORME. El fin de la prórroga concedida por el TJUE obliga al Ejecutivo comunitario a recurrir a una fórmula jurídica innovadora expuesta a múltiples obstáculos para validar un acuerdo agrícola clave para las dos partes.

En lo que respecta al proceso político impulsado por Naciones Unidas, la renovación del mandato de la MINURSO a finales del mes de octubre también precipitó la acumulación de noticias. Durante todo el semestre se produjeron importantes novedades, como el reconocimiento por parte del Reino Unido de la iniciativa marroquí de autonomía como "la base más viable, creíble y pragmática para la resolución duradera del conflicto", o un nuevo ciclo de conversaciones del Enviado Especial De Mistura, si bien la necesaria votación en el Consejo de Seguridad a finales de mes llevó a Marruecos a multiplicar su acción diplomática. Así, su interés por atraer a Rusia hacia sus posiciones le llevó a suscribir pocos días antes un importante acuerdo pesquero que le permitirá faenar en aguas atlánticas. Pese a los esfuerzos del Frente Polisario y de Argelia por contrarrestar la inicial redacción "trumpiana" de la resolución en unos términos demasiado favorables a Marruecos, finalmente el texto aprobado otorgó cierta prevalencia al plan marroquí para el territorio, considerándolo como "solución más factible" y base para las negociaciones entre las partes -aunque no la única-. La abstención de China y Rusia permitió una aprobación ampliamente celebrada en Marruecos, si bien el propio rey Mohammed VI evitó hablar de victoria -proclamó la efeméride como 'Fiesta de la Unidad'-, se comprometió a detallar el plan de autonomía de 2007 y tendió la mano a Argelia (por segunda vez este año) para involucrarla en una solución definitiva. También publicamos nuestro propio análisis los días previos a la resolución:

¿Puede EE.UU. Imponer la Solución de la Autonomía para el Sáhara Occidental?
BREVE. La inminente votación para prorrogar la MINURSO puede servir de excusa a EE.UU. para imponer una resolución que contemple la autonomía bajo soberanía marroquí como única salida para poner fin al largo conflicto.

Más allá del dosier del Sáhara, la acción exterior de Rabat también se ha visto condicionada por el conflicto en Gaza. La normalización derivada de los acuerdos de Abraham obliga a Marruecos a caminar por una fina línea, dado el importante sostenimiento de la causa palestina por la población marroquí. No en vano, a comienzos de este semestre se produjeron varias manifestaciones de solidaridad con el pueblo palestino y de rechazo de las operaciones israelo-estadounidenses en Irán, y el respaldo popular a las renovadas relaciones con Tel Aviv ha caído drásticamente -del 31% en 2022 a tan solo el 13% en la actualidad-. Puede que ello motivara que el ministro de Exteriores Bourita elevara sorpresivamente el tono frente a Israel en el marco de un encuentro con la UE en septiembre, condenando la incursión en Qatar y esgrimiendo los esfuerzos de Marruecos por promover la solución de los dos estados. Pese a ello, el país se ve ciertamente afectado en el mundo árabe por su relación con Israel, especialmente después de que la Relatora especial Francesca Albanese subrayara su "complicidad" en el conflicto al acusarle de facilitar, junto a otros países, el tránsito marítimo y aéreo de armamento y energía hacia el estado hebreo.

En cuanto a las relaciones con España, tanto Madrid como Rabat presumen de su excelente estado y su plena recuperación tras la grave crisis de 2021. Las cifras de llegadas a España de inmigrantes -con las que puede medirse la salud de la relación debido al uso hecho por Rabat de este fenómeno en el pasado- han disminuido sustancialmente en las rutas marítimas más habituales desde Marruecos respecto a las registradas en 2024 (no así las terrestres, que se han incrementado). Junto a los preparativos del Mundial 2030, especialmente mediatizados por la prensa vecina, ambos países han otorgado un fuerte simbolismo al proyecto de túnel bajo el estrecho de Gibraltar, tras encargar el gobierno español un nuevo estudio de viabilidad que confirma su posible construcción -aunque por una cantidad astronómica y en no menos de una década-. Ahora bien, pese al aparente buen tenor de las relaciones entre ambos ejecutivos, el Partido Popular ha irrumpido intencionadamente en las relaciones bilaterales debido a la invitación al representante del Polisario a su congreso de Valencia antes de verano, a su firme oposición al acuerdo agrícola -reprobándolo tanto en el Congreso de los Diputados como en el propio Parlamento Europeo-, y a su nueva reunión en Canarias con miembros del Frente a finales de noviembre, manifestando claramente su posición de respaldo a las tesis saharauis.

En el interior, la atención doméstica y externa ha estado centrada en las protestas de la 'GenZ 212'. Este movimiento juvenil, sin liderazgo determinado y convocado de forma espontánea a través de Discord, llevó a cabo sus primeras concentraciones masivas en los últimos días de septiembre en las principales ciudades del país, tras la muerte de hasta ocho mujeres durante el parto en un hospital de Agadir. Los jóvenes protestaban por la precaria situación de la sanidad y la educación en todo el país, en contraste con el fuerte -y bien publicitado- gasto destinado a las infraestructuras deportivas. Aunque mayoritariamente pacíficas, las concentraciones fueron respondidas con múltiples detenciones desde el primer momento -incluida la de muchos menores-, degenerando en su segunda semana en varios episodios violentos y la muerte de hasta tres manifestantes. El gobierno de Akhannouch, señalado por la indignación juvenil, reconoció públicamente la legitimidad de las protestas y la necesidad de reformas, aunque esgrimió la necesidad de más tiempo para ponerlas en práctica por tratarse de infraestructuras y medidas de calado ya adoptadas con anterioridad -como la construcción de centros sanitarios y la formación de médicos-, diciéndose dispuesto al diálogo pese a la ausencia de líderes de los manifestantes con quienes debatir las propuestas. El 10 de octubre, en un esperado discurso ante el Parlamento, el rey Mohamed VI instó a acelerar las reformas y combatir las desigualdades y, aunque no se refirió directamente a las protestas de GenZ212, pidió a los parlamentarios que dieran prioridad a los ciudadanos, demostraran seriedad y promovieran el desarrollo en todas las regiones. Si bien no se trató de la reacción contundente que esperaba la juventud, lo cierto es que el discurso, junto a la fuerte represión reconocida por el propio aparato judicial -con 2.480 procesamientos por actos graves, en los que 1.473 individuos seguirían encausados y, entre ellos, 269 ya habrían condenados a penas de hasta 15 años de prisión- consiguieron aplacar en gran medida las movilizaciones, que aun se mantuvieron algunas jornadas más con escaso seguimiento.

En el plano económico, Marruecos viene esgrimiendo una evolución considerablemente positiva -con una prevision de crecimiento del 4,4%- y presume de un desarrollo importante de su industria gracias al desembarco este semestre de partners internacionales, como la nueva fábrica de blindados de la india Tata, el anunciado ensamblaje de los motores de la aeronáutica francesa Safran o la apertura de una megafactoría de baterías de litio por parte de la joint-venture sino-africana COBCO, clave en sus planes de consolidarse como primer país fabricante de automóviles del continente.

Qué esperar.

En lo más próximo, hoy comienza en Madrid la Reunión de Alto Nivel España-Marruecos, llamada a consolidar públicamente las buenas relaciones mantenidas entre los dos gobiernos y que ambos utilizarán para presumir de la positiva cooperación en materia económica, de seguridad e inmigración. Por supuesto, no es descartable que Marruecos insista -a puerta cerrada- en ejercer su persuasión habitual sobre sus posiciones con respecto al Sáhara, apremiando al gobierno español -como ya ha hecho en el pasado- a reconocer su soberanía sobre el territorio como ya han hecho EE.UU. o Francia. Tales posiciones son sobradamente conocidas y Rabat puede considerar que la reciente resolución del Consejo de Seguridad las legitima y le permite ahondar esa presión. En cambio, pese a la publicación de informaciones al respecto, no parece que vaya a ser el momento para enturbiar el buen estado de las bilaterales introduciendo cuestiones menos apremiantes como la gestión del tráfico aéreo, la delimitación de la zona económica exclusiva, la supuesta reivindicación del monte Tropic (deslizada estos días por medios cercanos al oficialismo) o, en nuestra opinión, ni siquiera el incremento de las llegadas de inmigrantes por vía terrestre a Ceuta y a Melilla (+46,2% respecto del periodo enero-noviembre de 2024). Es del mayor interés de Marruecos conservar las buenas relaciones y mantener a España como importante aliado ante las inminentes negociaciones sobre el Sáhara del próximo año y, en cualquier caso, las aparentes reivindicaciones soberanistas filtradas a la prensa marroquí no nos parecen más que globos-sonda dirigidos a contrarrestar los últimos posicionamientos del partido que podría ser alternativa de gobierno en España. Para lo que sí debe aprovechar nuestro gobierno es para la promoción de nuestras empresas, tratando de obtener de Rabat compromisos firmes para una mayor cooperación y para el desarrollo conjunto de infraestructuras y servicios para el Mundial 2030, que es, al fin y al cabo, uno de los objetivos de la candidatura conjunta.

Marruecos busca seguir posicionándose como partner fiable a nivel internacional, y para ello ha de mostrar una imagen de prosperidad y estabilidad, incompatible con comportamientos irresponsables. En este sentido, este mes de diciembre comienza la Copa Africana de Naciones, que constituirá una prueba de fuego de sus capacidades para albergar este tipo de eventos y verdadero escaparate hacia el exterior previo al Mundial. Rabat es perfectamente consciente de que su gestión de la seguridad y la acogida que brinde a los visitantes serán cruciales para aumentar su estatus como país y presentarse como socio al que tener en cuenta en un vecindario actualmente convulso. Por ello, será clave observar si se reactivan las protestas de la GenZ 212 aprovechando la atención mediática -los manifestantes ya pusieron en su momento su foco en el gasto de los grandes estadios- y cómo se responde en tal caso por las autoridades.

Por último, el próximo semestre tendrán un gran protagonismo las ansiadas negociaciones sobre el Sáhara Occidental. Tras el impulso a su propuesta como base para el diálogo, Rabat se ha comprometido a detallar en qué consistiría la autonomía, ejercicio que ya ha comenzado a prepararse pero que puede resultar delicado en el plano interno por los posibles agravios comparativos con regiones menos favorecidas (zonas rurales, Rif). Por otro lado, también es cierto que el equilibrio buscado in extremis en su redacción lastra a la resolución de la ONU con una ambigüedad que puede entorpecer las próximas negociaciones, pues cada parte se aferrará al fragmento del texto que más contribuya a defender su postura. En todo caso, parece que sí se da el momentum para la negociación, con Argelia dispuesta a ejercer de mediadora y Washington empeñada en "pacificar" el Magreb "en sesenta días". Veremos si dichas intenciones se diluyen ante imperativos internacionales más urgentes o si por fin podemos asistir a iniciativas serias y concretas para la resolución del largo conflicto.